En un excelente programa que me gusta ver (Criminal Minds), del que soy fan especialmente porque yo misma soy aficionada al análisis conductual, escuché este maravilloso poema que comparto con ustedes:
“What though the radiance which was once so bright, be now for ever taken from my sight, though nothing can bring back the hour of splendour in the grass, of glory in the flower; we will grieve not, rather find strength in what remains behind; in the primal sympathy which having been must ever be; in the soothing thoughts that spring out of human suffering; in the faith that looks through death, in years that bring the philosophic mind.”
Su traducción, según encontré en línea y que coincide exactamente con lo escuchado con el programa:
“Pues aunque el resplandor que en otro tiempo fue tan brillante hoy esté por siempre oculto a mis miradas, aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues encontraremos fuerza en el recuerdo, en aquella primera simpatía que habiendo sido una vez, habrá de ser por siempre, en los sosegados pensamientos que brotaron del humano sufrimiento y en la fe que mira a través de la muerte, y en los años, que traen consigo las ideas filosóficas.”
Este poema merece el honor a William Wordsworth (1770-1850), uno de los más importantes poetas románticos ingleses.
Simplemente bellísimo y sabio, ¿ No creen?
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