Pero tuvimos una historia. Eso no se puede borrar. El amor no es así. No es una ráfaga de viento. No es un suspiro. No es una sesión de cama. No es un préstamo con intereses; ni una ausencia inesperada.
Pero estuvo ahí. Estuvo en tus ojos cristalinos. En tus manos temblorosas. En tu idolatradora sonrisa. En cada ocasión que te quitaste los lentes, para mirarme sin barreras y para besarme mejor. En cada mensaje, en cada ocasión que decías - princesa-
Estuvo también en cada acorde escuchado de Cerati, Incluso en cada velada de jazz en vivo…
Estuvo en ese beso buscado por meses… Y en cada abrazo que nos dimos.
Parece evidente la razón de tu distancia, pero juro que no la justifico. Y entonces me pregunto ¿El amor de los hombres es un espejismo? Pero estuvo ahí… yo lo sentí.
¿Es sólo un instante en la eternidad? ¿Fue sólo un rumor, un halo de luz momentáneo?
¿Acaso sólo Dios es capaz del amor y nosotros simples depositarios, instrumentos, nunca creadores de amor?
Pero, si fuimos creados a su imagen y semejanza ¿No se supone entonces que podemos amar?
El amor es eterno, inmutable pero sí transfigurable. Y te digo todo esto porque no sé que sucedió, o más bien, porqué sucedió todo de la forma que sucedió. No sé si el amor fué real ( a mi entender el amor real es eterno). (Y no me digas que así es el tuyo, porque no estás aquí.)
Y no se como desvanecer el desencanto, la tristeza. Porque me duele aunque no quiera, el hecho de que haya sucedido todo de esa manera. Porque es como cultivar una rosa para arrancarla luego de raíz y botarla en medio del camino.
Me siento engañada, como inducida a un sueño que yo creí realidad. Y ahora no sé distinguir la verdad de los espejismos…. Me siento como si estuviera caminando en círculos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario